¿Es posible un trasplante capilar sin rapar la cabeza? No solo es posible, sino que en muchos casos es el procedimiento más elegido por los pacientes, sobre todo mujeres. Perder el cabello es una experiencia que puede tener un gran impacto en las personas. Aunque hoy en día la calvicie común es tan común que afecta al 90% de las personas que sufren alopecia en España (que son casi la mitad de la población), muchos no se resignan a perder el pelo. Buscan soluciones que les devuelvan su imagen antes de la calvicie.
El peso emocional de sufrir pérdida de cabello o alopecia en la mujer es aún mayor. ¿Las razones? Se trata de un problema mucho menos frecuente entre ellas. Y además, la expectativa social alrededor del cabello femenino tiene un enorme peso. Muchas mujeres consideran su pelo como una parte muy importante de su identidad y de su imagen. La alopecia femenina se afronta en muchos casos como algo angustioso, vergonzante y doloroso. Esto suele afectar enormemente a la autoestima y el bienestar de las pacientes.
Alopecia androgénica en mujeres
En el caso de la alopecia común o androgenética, que afecta al 25% de las mujeres a lo largo de su vida, los especialistas distinguimos tres grados (en la llamada ‘Escala Ludwig & Olsen’), aunque algunos estudios proponen cinco patrones en la alopecia común femenina. El grado tres es el más avanzado. Aunque no todas las pacientes llegan a sufrir el grado 3, si no se pone en marcha ningún tratamiento, el cabello se irá perdiendo progresivamente. Por ese motivo, disponer de una solución lo más eficaz y discreta posible para un problema de alopecia androgénica femenina resulta vital para muchas de ellas.
Sin embargo, la alopecia común no se puede curar. No podemos revertir el cabello al mismo estado en el que estaba antes de sufrirla. Porque la alopecia androgénica no es una enfermedad. Es un trastorno genético crónico evolutivo relacionado con los andrógenos. Dicho de forma sencilla, las hormonas masculinas debilitan el cabello.
Tratamientos disponibles para la alopecia común
Los tratamientos médicos disponibles para la alopecia androgénica en mujeres y hombres van destinados fundamentalmente a frenar la caída. También buscamos mejorar el estado del cabello que queda y recuperar densidad, en la medida de lo posible. En el caso de las terapias con medicamentos (por vía oral, tópica o inyectados en el cuero cabelludo), en general deben mantenerse a muy largo plazo para conservar los resultados. Si se suspende el tratamiento, el proceso de pérdida de cabello puede proseguir su curso.
El trasplante capilar es el único tratamiento que logra un resultado similar a recuperar el cabello antes de la caída. Pero esto se logra trasplantando cabello de las zonas donde todavía queda a aquellas donde ya no hay. Se trata, sin duda, de una de las mejores opciones para recuperar el aspecto que añoran las pacientes con alopecia común, forma relativamente rápida, especialmente en el caso de alopecias avanzadas.
El trasplante capilar sin rapar: el método preferido por las mujeres
Tradicionalmente, las dos técnicas más utilizadas en trasplante capilar (FUE y FUSS) implican rapar completamente la cabeza. Esto facilita notablemente el proceso de recolección e implantación de folículos, ya de por sí complejo y laborioso. Además, en el método FUSS, el cirujano corta una tira de piel de la zona donante. De ella se extraen de ella folículos que se implantarán en la zona receptora, lo que deja una cicatriz visible en la cabeza. En la mayoría de los casos, los varones con problemas de alopecia androgénica optan por el trasplante capilar rapándose la cabeza, porque facilita notablemente el procedimiento.
En el caso de la mayoría de las mujeres, rapar completamente la cabeza y llevar una cicatriz visible (si el método más adecuado fuera FUSS) es algo inaceptable por razones personales y profesionales. La técnica FUE sin rapar es, sin duda, el procedimiento más discreto al alcance de cualquier paciente mujer.
Para empezar, una de las ventajas del trasplante capilar sin rapar sobre el procedimiento habitual es que no tendremos que sacrificar el cabello sano de la paciente durante el trasplante capilar. Esto no solo reduce el impacto emocional de la operación (la paciente no debe enfrentarse a una imagen extraña e inusual de sí misma con la cabeza rapada), sino que a la vez preserva la intimidad de la decisión de trasplantarse.
Pero hay más ventajas por las que algunos pacientes -hombres y mujeres- eligen el trasplante capilar sin rapar la cabeza. Sin embargo, se trata de un procedimiento más complejo desde el punto de vista técnico. Requiere de gran habilidad por parte del médico y de instrumental adecuado para realizar un trasplante de calidad. Además, el diseño de la línea del cabello, especialmente en mujeres, influye notablemente en que el resultado del trasplante sea natural. En este artículo desgranamos todo lo que el paciente debe conocer: los puntos clave de un trasplante capilar.
Ventajas del trasplante capilar sin rapar
Las ventajas del trasplante sin rapar, son:
- Preservamos la estética: el largo y estilo del cabello de la paciente se mantienen a pesar del procedimiento. Es decir, mantendrá su aspecto habitual. Esto garantiza que el trasplante y los cambios que producirá no serán visibles inmediatamente para otras personas.
- Recuperación rápida: el trasplante sin rapar permite que las pacientes retomen su rutina habitual tras el procedimiento, prácticamente sin interrupciones, por lo que el tiempo de recuperación se reduce. En los trasplantes con rapado, la apariencia del paciente se verá alterada no solo por el propio rapado (necesitaremos un tiempo para que el cabello vuelva a crecer), sino también por las marcas que el trasplante deja en el cuero cabelludo.
- Mayor privacidad: este es quizá el motivo más importante por el que las mujeres eligen el trasplante sin rapar. Evitar el rapado completo de la cabeza permite que la paciente pueda mantener el procedimiento en privado, si así lo desea. Ella puede elegir con quién y cómo comparte la operación.
- Impacto emocional: los beneficios psico-sociales del trasplante sin rapar se traducen en que conservar el cabello tiene un impacto positivo en la imagen y la autoestima de la paciente. No rapar el cabello y no alterar su imagen para solucionar la alopecia puede aliviar el estrés emocional asociado al problema, ayudando a la mujer a recuperar su bienestar. Y es que la psicología de la pérdida de cabello es un asunto complejo que, como hemos visto, altera emocionalmente a muchas personas.
A pesar de sus muchas ventajas, es importante saber que el trasplante capilar sin rapar puede no ser adecuado para todos los casos de alopecia común en mujeres. La indicación y el éxito del procedimiento dependen de diferentes factores como el grado de alopecia, la zona donante y, algo realmente clave en este procedimiento, la experiencia y habilidad del cirujano. Consultar con especialistas es clave para determinar cuál es el tratamiento y procedimiento más adecuado en función de las características únicas de cada paciente.
